La rubia convenció al chico de hacer una pausa y tener relaciones sexuales
La rubia llega al garaje a su Bofrend y lo distrae. Ella coquetea con él y pronto en su boca está su suave pene, que instantáneamente se convierte en un poderoso elevador. Luego, la joven salta al amante y hace ejercicio en la pose del jinete. Los amantes son interrumpidos por una mamada y nuevamente continúan uniendo cuerpos en una posición misionera. Al final, van al piso y el Hahal mira rápidamente al cutie en la pose del unicornio, presionándolo firmemente hacia él y obligando a gemir voluptuosamente.
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